
El ADN permitirá saber qué vacas son más aptas para hacer queso
Publicado el 30/12/2014
Según un nuevo estudio genético realizado en Suecia, sería aconsejable que la leche de ciertas vacas se utilizase únicamente para beberla, y otras, sólo para hacer queso. Hasta ahora, esta diferencia había sido marcada en ciertas producciones lácteas en base a valores nutricionales como las proteínas o las grasas. Así, antes de este descubrimiento, había esperar a que la vaca produjera leche, para lo que era necesario que esta tuviera un ternero. Sin embargo, este nuevo estudio permitiría saber estos datos en base al ADN de la vaca.
Según investigaciones de la especialista en tecnología de la alimentación de la Universidad de Lund, Frida Gustavsson, un análisis en el ADN permitiría saber si la leche de una vaca es más apta para ser transformada en queso. Según una tesis de Gustavsson titulada Exploración de las propiedades de la coagulación en la leche bovina con la ayuda de enfoques genómicos, se ha demostrado que hay determinados genes que se encargan de controlar la coagulación, y que estos varían según las razas y según los individuos de la misma raza.
La clave reside en que, cuanto más rápido coagule la leche, menos tiempo puede conservarse para ser bebida y, por lo tanto, más se adapta a la elaboración de queso. «Una muestra de sangre y una comparación con el ADN más favorable a la producción de queso podría dar a un ganadero la posibilidad de tener vacas que garanticen una leche de alta calidad para hacer queso en unos años. Esto simplifica la logística. Un mejor conocimiento de los genes de las vacas podría ser una ventaja para la rentabilidad de los ganaderos y los niveles de producción de productos lácteos, así como para reducir la huella ecológica porque el proceso de fabricación de queso ya no era eficaz», añade la experta.
El estudio de Gustavsson se llevó a cabo con una raza clasificada como lechera, conocida como sueca roja. Durante la experimentación, el 18% de las vacas produjeron leche no apta para producir queso. «Con el progreso en la selección genómica, ya no es necesario esperar hasta que el animal o su descendencia ha comenzado a producir leche con el fin de conocer sus cualidades. Una muestra de sangre y una comparación con el perfil de ADN más favorable para la producción de queso podrían dar a un agricultor la posibilidad de tener vacas que garanticen la leche para queso de alta calidad dentro de unos años», explican los promotores de la investigación.
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