
El queso y su infinidad de propiedades beneficiosas
Publicado el 25/07/2017
El origen del queso es tan antiguo que se cree que se remonta hasta el Neolítico con la domesticación de animales como la oveja o la vaca, los cuales nos han proveído de leche durante milenios. Este manjar es una invención humana fruto del azar, ya que observaron que después de un cierto tiempo y con la influencia de temperatura la leche cuajaba dándonos los quesos.
Hoy en día podemos encontrar infinidad de variedades de quesos gracias a la extracción de leche de vaca, cabra, oveja, búfalo, camello y otros mamíferos rumiantes. Los artesanos, a partir de todos estos tipos de leches y la ayuda de bacterias naturales acidificantes producen quesos de texturas y sabores únicos.
- Y no es de extrañar que este “productazo” cada vez se consuma más, pues tiene infinidad de propiedades beneficiosas:
- Para comenzar es rico en ácido linoleico y en esfingolípidos, componentes de leche grasa que ayudan a reducir el riesgo de cáncer y padecimientos por parte del corazón.
- Hablando del motor de nuestro cuerpo, la grasa del queso es una potente fuente de energía. Específicamente cuenta con Omega 3 y 6 que son beneficiosos para el sistema cardiovascular, reproductivo, inmunológico y nervioso.
- También es beneficioso para el crecimiento celular, en parte por las grasas anteriormente mencionadas y por su contenido calcio y fósforo que fortalece sobre todo huesos y dientes, previniéndonos así de enfermedades como la osteoporosis.
- Asimismo, contiene las beneficiosas vitaminas A y D que ayudan a mejorar la vista y el sistema inmunológico.
Tradicionalmente se comía en crudo sin más, pero con el paso del tiempo y la aparición de la cocina, los recetarios y los cocineros que han querido innovar con este ingrediente de gran versatilidad, han observado que es capaz de potenciar de manera excepcional recetas tanto dulces como saladas.
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