
¿Existe un momento idóneo para empezar a comer queso en la infancia?
Publicado el 14/10/2014
Aquellos amantes del queso cuando se convierten en padres se habrán planteado esta pregunta en más de una ocasión.
¿Cuándo empezar a darles de comer queso a nuestros pequeños? ¿Hay un momento para empezar a introducir este alimento en su dieta?
Pues bien, según el Comité de Nutrición de la Academia estadounidense de Pediatría, los bebés con seis meses o más que mastique sin problemas con dientes o encías, pueden empezar a comer queso.
Siempre y cuando se cuide que el queso esté cortado en pequeños daditos más o menos del tamaño de las puntas de los dedos para evitar la asfixia, y siempre que al pequeño no se le haya diagnosticado algún tipo de alergia, ni intolerancia a la lactosa o muestre señales de cualquier tipo de alergia.
Estando pendiente de estos factores, el queso puede introducirse de forma más o menos temprana en su alimentación.
¿Hay algún tipo de queso recomendado para los pequeños? ¿Existe algún tipo de queso que debamos excluir definitivamente de su dieta?
Si te preguntas por qué el queso se le puede dar a un niño mucho antes que la leche de vaca (la cual no debería introducirse a la dieta del bebé hasta los 12 meses de edad), es porque los procesos de cultivo que se utilizan para fabricar el queso hacen la proteína láctea más fácil de digerir y reducen las cantidades de lactosa.
El queso hecho con leche sin pasteurizar queda definitivamente excluido de la dieta del bebé porque es más probable que esté contaminado con listeria monocytogenes, una bacteria que puede causar enfermedades muy graves especialmente en niños pequeños, mujeres embarazadas y ancianos.
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