Una vez tenemos todos los ingredientes, vertemos en el vaso de la batidora el queso sin corteza y partido en trozos, la leche vaporizada y las nueces. Batimos la mezcla hasta que las nueces queden totalmente trituradas y se forme una pasta cremosa y homogénea. Colocamos el paté en pequeños recipientes y dejamos reposar una hora para que aumente su sabor y su textura. Por último, si queréis hacer de este paté una entrada gourmet, servidlo con una variedad de panes de cereales, con pasas, integrales… y añadid a la presentación uvas o higos. Quedará espectacular y la mezcla de guarniciones dara mucho juego de combinación.