El boniato es un tubérculo más versátil de lo que se cree. Acepta gran cantidad de platos y mezclas. Hoy os dejamos una receta sencilla y riquísima. Risotto con boniatto y queso curado de cabra.
Los risottos no tienen mucho misterio y en realidad no son complicados de preparar. Hay que procurar usar buenos ingredientes, sin sobrecargar demasiado el plato, un arroz adecuado y cocerlo con cariño, dejando que consuma el caldo poco a poco. El boniato lo convierte en un plato muy otoñal y si usamos queso de cabra como guinda nos quedará un plato espectacular.
¿Cómo hacer el risotto?
Asar el boniato, previamente lavado y envuelto en papel de aluminio, hasta que esté tierno. Lavar, pelar, trocear y cocer hasta que esté bien blando. Reservar. Calentar el caldo.
Picar la cebolla dulce y cortar la panceta o bacon en cubos. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén honda o cazuela ancha con buen fondo y pochar la cebolla con un poco de sal. Cuando esté transparente y dorada, agregar la panceta y cocinar bien hasta que se dore, sin tostarse demasiado. Incorporar el arroz y remover un poco.
Regar con el vino blanco y dejar que evapore el alcohol. Comenzar a echar el caldo caliente poco a poco, removiendo el arroz bien pero con suavidad, a medida que lo vaya pidiendo. Continuar hasta terminar el caldo o consumir el tiempo necesario que indicará el paquete del arroz. Añadir el boniato asado y chafado y mezclar muy bien para incorporarlo. Agregar un poco de caldo extra si estuviera muy seco. Rectificar de sal y servir con queso al gusto y pimienta negra.